A 40 días de concluir su mandato, el presidente López Obrador sigue generando controversias que no enfrentará, incluyendo la polémica reforma judicial que ha sembrado tensiones en el sector. Claudia Sheinbaum intentó mediar, pero sus propuestas fueron rechazadas por Morena, sellando un camino de confrontación. Además, el mandatario ha elevado la tensión con Estados Unidos y desafiado al sector empresarial, lo cual podría dificultar la inversión privada crucial para el próximo gobierno. Estas acciones parecen obedecer a una estrategia para despejar el camino a Sheinbaum, una reacción personal ante su salida y una radicalización frente a la moderación esperada en el futuro gobierno.
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