A partir del 7 de julio, todos los nuevos vehículos en España y la Unión Europea deberán incluir una «caja negra» para registrar datos esenciales en caso de accidentes. Este dispositivo recopila información clave, como revoluciones del motor, velocidad, y el funcionamiento de airbags y cinturones de seguridad, 30 segundos antes y cinco segundos después de un impacto. La medida, que busca prevenir siniestros y mejorar la seguridad vial, forma parte del programa Vision Cero de la UE, que aspira a eliminar las muertes en carreteras para 2050. Además, las cajas negras incluirán sistemas antialcohol, frenado avanzado y alertas de somnolencia, estimándose que podrían salvar 25.000 vidas y evitar 140.000 heridos en dos décadas.
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