La televisión norcoreana celebró la llegada de Vladimir Putin a Pyongyang emitiendo una célebre película rusa y decorando la capital norcoreana con banderas y retratos del líder ruso. Putin y Kim Jong-un sellarán su alianza estratégica en un acto en la Plaza Kim Il Sung, buscando profundizar su cooperación militar y económica, intercambiando armas y tecnología a cambio de apoyo económico y técnico. Este acercamiento busca debilitar las sanciones occidentales y proyectar poder frente a Estados Unidos y sus aliados. La colaboración incluye mano de obra norcoreana a pesar de sanciones de la ONU y el refuerzo de la imagen de ambas naciones con fines propagandísticos. El encuentro muestra la dependencia de Putin de regímenes autoritarios en medio de su aislamiento internacional.
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