Desde el lanzamiento de AWS por Amazon en 2006, el concepto de «nube» ha sido dominado por los gigantes del cloud público. Sin embargo, las arquitecturas híbridas, la hiperconvergencia y la soberanía digital han revitalizado la nube privada, desmintiendo mitos arraigados.
Uno de los mitos más persistentes es que la nube privada no es ágil ni escalable. Aunque el cloud público permite levantar recursos rápidamente, una nube privada moderna puede ser igual de ágil. Soluciones como Proxmox, VMware vSAN y Nutanix AOS facilitan la expansión horizontal y automatizan la provisión de recursos, haciendo que la nube privada sea una alternativa eficiente en costos a medio plazo.
La gestión de una nube privada tampoco es tan compleja ni costosa como se cree. Herramientas como Terraform y Ansible permiten automatizar procesos, reduciendo la intervención manual. Estudios de IDC revelan que una estrategia bien planificada en nube privada puede disminuir el TCO en un 62% y alcanzar un ROI del 477% en cinco años, con una amortización en solo nueve meses.
Se cree erróneamente que la nube privada es solo para pymes, cuando en realidad, grandes empresas optan por ella, especialmente en sectores como la sanidad, banca o administración pública, donde el control y la seguridad son prioritarios. Con un control total sobre la infraestructura y políticas de seguridad personalizadas, la nube privada evita costos ocultos del cloud público y es efectiva para cargas previsibles.
Otra confusión es que construir una nube privada requiere empezar desde cero. Aunque es posible montar entornos propios con soluciones open source, también hay opciones llave en mano de proveedores como VMware y Nutanix, que ofrecen entornos gestionados listos para producción, compatibles con modelos de pago por uso.
Finalmente, se considera que una nube privada no puede convivir con una nube pública o híbrida. No obstante, el 85% de las empresas prefieren modelos híbridos. Plataformas como VMware Cloud Director facilitan la interoperabilidad, permitiendo migrar cargas o realizar backups en la nube de manera sencilla.
En conclusión, la nube privada ha evolucionado significativamente, ofreciendo agilidad, eficiencia y control sin depender de terceros. Con plataformas como Proxmox, VMware y OpenStack, es una opción robusta y estratégica en un mundo donde los datos y la soberanía digital son cruciales.
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