Las autoridades españolas interceptaron varias pateras en las costas baleares, específicamente en Formentera, Cabrera y Mallorca. La operación conjunta fue llevada a cabo por el Servicio Marítimo Provincial de la Guardia Civil y Salvamento Marítimo, quienes actuaron rápidamente para detener el avance de estas embarcaciones repletas de migrantes. Según fuentes oficiales, todos los ocupantes de las pateras fueron rescatados y puestos a disposición de los protocolos de atención humanitaria establecidos para estas situaciones.
El aumento en el número de pateras detectadas en esta zona pone de manifiesto la creciente presión migratoria en el Mediterráneo, un fenómeno que las autoridades continúan abordando con operativos de vigilancia y rescate. Los migrantes, que suelen enfrentar duras condiciones en el mar, son trasladados a centros donde reciben atención médica y alimento. Esta situación sigue siendo un desafío significativo para España, que se esfuerza por gestionar estos flujos migratorios manteniendo la seguridad y brindando asistencia humanitaria adecuada.
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