La endometriosis, una enfermedad ginecológica crónica, afecta a una de cada cuatro mujeres en edad fértil, sin embargo, el desconocimiento general provoca dificultades en su diagnóstico. Juan Céspedes, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia de Policlínica Gipuzkoa, subraya la urgencia de aumentar la visibilidad de esta condición para facilitar su detección y tratamiento.
El principal síntoma de la endometriosis es un dolor significativo durante la menstruación, las relaciones sexuales e incluso al evacuar. Este dolor, frecuentemente minimizado y socialmente normalizado, puede resultar incapacitante, y muchas pacientes conviven con la enfermedad sin ser conscientes de ella, lo que resalta la importancia de la concienciación.
Aunque el origen de la endometriosis no está completamente claro, se sugiere que el tejido uterino puede desplazarse hacia el abdomen a través de las trompas de Falopio y asentarse en los ovarios u órganos cercanos, causando inflamación, dolor crónico e infertilidad.
El diagnóstico definitivo se obtiene mediante cirugía y análisis de tejido, aunque habitualmente se realizan diagnósticos clínicos y pruebas de imagen, como ecografías y resonancias magnéticas. Céspedes destaca que, aunque no existe una cura definitiva, hay numerosos tratamientos que pueden mejorar la vida de las pacientes. Estos incluyen desde cambios en el estilo de vida hasta tratamientos hormonales o cirugía laparoscópica.
Los anticonceptivos hormonales, como la píldora o el DIU, suelen ser el primer enfoque terapéutico, mientras que nuevas moléculas están siendo desarrolladas para un control más preciso. Dada la afectación de los ovarios por la endometriosis, la fertilidad puede verse comprometida, lo que exige un abordaje más rápido para aquellas pacientes que desean concebir.
Céspedes subraya la importancia de buscar atención médica si el dolor menstrual interfiere con actividades diarias como trabajar, estudiar o hacer deporte. El dolor extremo no debería considerarse inevitable; una consulta oportuna puede mejorar significativamente la calidad de vida y el manejo de esta enfermedad crónica.