Los expertos subrayan la urgencia de identificar la demencia en sus etapas iniciales, ya que un diagnóstico temprano permite implementar medidas que pueden mitigar los síntomas más severos y mejorar la calidad de vida del paciente. Si bien los lapsus de memoria son un indicio común de la enfermedad de Alzheimer, no son los únicos signos de demencia. Expertos señalan que otros síntomas menos reconocidos, como cambios en la personalidad, podrían ser cruciales para detectar la enfermedad tempranamente. Un estudio reciente encabezado por Angelina Sutin de la Universidad Estatal de Florida destaca que antes de un deterioro cognitivo evidente, las personas con demencia pueden experimentar una disminución en la extroversión, amabilidad y responsabilidad, cambios fácilmente observables en la vida cotidiana.
Otros indicadores tempranos de demencia incluyen dificultades para conducir, pérdidas en el sentido del olfato, trastornos del sueño y problemas financieros inexplicables. Las alteraciones en la capacidad de conducir pueden presentarse años antes de otros síntomas conocidos, aumentando el riesgo de accidentes. Paralelamente, la pérdida del olfato se vincula con daños en el sistema olfativo mucho antes de que otras manifestaciones de enfermedades como el Alzheimer sean aparentes. En el ámbito del sueño, cambios significativos en patrones, incluyendo trastornos de conducta del sueño REM, pueden indicar daño en las áreas del cerebro que regulan el sueño. Finalmente, dificultades financieras inusitadas, que pueden manifestarse como olvidos de pagos o decisiones de gasto inusuales, podrían ser señal de debilitamiento en el juicio cerebral, especialmente en casos de demencia frontotemporal.
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