En un inesperado descubrimiento arqueológico, un sarcófago romano de casi 2000 años de antigüedad ha salido a la luz en Bulgaria, tras haber sido utilizado durante años como una mesa en un chiringuito. El hallazgo tuvo lugar en la pintoresca región de las montañas de Ródope, cuando un grupo de arqueólogos, durante una excavación, identificó que el objeto empleado como mobiliario de playa era, en realidad, un valioso artefacto histórico, y no simplemente un adorno.
El sarcófago, datado en el siglo II d.C., está adornado con inscripciones y relieves que brindan información sobre la persona enterrada allí y la vida en la antigua Roma. Tras un minucioso análisis, expertos en historia romana han confirmado su autenticidad. Sorprendentemente, a pesar de las inclemencias del tiempo y del uso inadecuado, el sarcófago se encuentra en un notable estado de conservación.
La consejera de patrimonio cultural de la región, Elena Dimitrova, ha destacado la relevancia de este hallazgo, no solo por su valor histórico, sino por su importancia para la identidad cultural local. “Este sarcófago es un testimonio de una época en que esta región estaba bajo la influencia del Imperio Romano. Su recuperación es esencial para profundizar nuestro entendimiento del pasado”, afirmó Dimitrova.
Ante este descubrimiento, las autoridades municipales han tomado medidas para proteger el sarcófago. Se planea su traslado a un museo local, donde será exhibido para el público. Por otro lado, la comunidad arqueológica ha instado a los dueños de negocios turísticos a manejar con respeto el patrimonio histórico, evitando el uso de artefactos antiguos como simples elementos decorativos.
Este peculiar episodio ha despertado gran interés tanto entre los lugareños como entre los visitantes, quienes ahora ven a Bulgaria bajo una nueva luz: no solo como un destino de belleza natural, sino como un lugar enriquecido por su herencia histórica. El hallazgo del sarcófago romano pone de relieve la crucial necesidad de proteger y valorar los legados culturales aún presentes en el paisaje, frecuentemente subestimados o desapercibidos.