Un análisis de proteínas ha arrojado luz sobre un enigma arqueológico al confirmar que un fósil descubierto en 2008 en un archipiélago pertenece a la especie homínida conocida como denisovanos. Esta especie, emparentada con los Homo sapiens y los neandertales, fue identificada por primera vez en Siberia a mediados de la década de 2010 mediante el análisis de ADN de un fragmento óseo encontrado en la cueva Denisova. Los resultados recientes obtenidos a partir de muestras proteicas en el fósil ratifican la presencia de estos antiguos homínidos en una extensión geográfica mucho mayor de lo que se había considerado anteriormente.
El hallazgo tiene implicaciones significativas para la comprensión de las migraciones humanas y su evolución, ofreciendo nuevas pistas sobre la coexistencia y el posible intercambio cultural entre distintas especies de homínidos. La confirmación a través del análisis de proteínas se asienta como una técnica innovadora en el campo de la paleoantropología, permitiendo estudiar restos fósiles incluso cuando el ADN no se ha preservado adecuadamente. Este descubrimiento destaca asimismo la importancia del archipiélago como un cruce crucial de caminos prehistóricos, revelando que las rutas migratorias y las interacciones entre especies pudieron extenderse mucho más allá de lo que las teorías previas indicaban.
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