La arqueología sigue ofreciendo descubrimientos fascinantes, y uno de los más recientes podría acercar a los investigadores a desvelar un misterio milenario: el lugar de descanso final de Cleopatra VII. La doctora Kathleen Martínez, una arqueóloga de renombre vinculada con la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, ha intensificado su búsqueda en el templo de Taposiris Magna, ubicado en Alejandría. Durante una excavación en esta zona, Martínez y su equipo han encontrado pistas significativas que podrían señalar la cercanía al hallazgo de la famosa tumba. Entre los descubrimientos se destaca una estatuilla de mármol que representa a Cleopatra, así como una colección de 337 monedas con las efigies de Cleopatra y Marco Antonio, acompañadas de diversas reliquias del periodo ptolemaico. Aunque algunos dudan de la representación facial en la estatuilla, los expertos consideran que las estilizaciones eran comunes en las representaciones artísticas de la época.
Este descubrimiento en Alejandría ha revitalizado las teorías sobre la posible ubicación de la tumba de Cleopatra y Marco Antonio, alimentadas también por hallazgos adicionales como una necrópolis cercana con catacumbas y tumbas subterráneas. Estos elementos refuerzan la hipótesis de que el templo de Taposiris Magna tuvo en su pasado una importancia ceremonial significativa, lo que podría incluir su uso como lugar de descanso de las legendarias figuras históricas. Las monedas encontradas ofrecen, además, una visión directa de los rasgos faciales de Cleopatra, confirmando su influencia y cómo era percibida por su pueblo. Junto con artefactos ceremoniales, como un anillo dedicado a la diosa Hathor, estos hallazgos alimentan la expectativa en el ámbito arqueológico sobre la posibilidad de desentrañar uno de los enigmas históricos más cautivadores del antiguo Egipto.
Leer noticia completa en OK Diario.