En Yuramal, Antioquia, Colombia, varias familias han sufrido una aparente maldición generacional que les hacía perder la memoria prematuramente. Sin embargo, la ciencia identificó hace tres décadas que la causa es la mutación paisa en el gen de la presenilina 1, responsable de alzhéimer precoz. Este hallazgo abrió investigaciones sobre tratamientos para retrasar la enfermedad. Un caso destacado es el de una mujer portadora de dos copias del gen APOE 3 Christchurch, lo que le otorgó una resistencia inusual a la demencia. Recientemente, se ha comprobado que incluso una sola copia de esta variante puede retrasar el deterioro cognitivo. La comunidad científica mantiene la esperanza de que comprender estos mecanismos permita desarrollar fármacos efectivos contra el alzhéimer.
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