Una alarmante desaparición masiva encendió las alertas en la costa de Oaxaca, México, a finales de febrero, cuando un grupo de jóvenes de Tlaxcala desaparecieron en la región turística entre Huatulco y Zipolite. Las autoridades de la Fiscalía de Oaxaca han confirmado la desaparición de cuatro jóvenes -tres mujeres y un hombre- de los cuales una ha sido localizada con vida en Puebla. Sin embargo, las familias de otros cuatro jóvenes continúan clamando por ayuda en su búsqueda, mientras que un vehículo con varios cuerpos fue encontrado cerca de la carretera que conecta Oaxaca con Puebla. La incertidumbre persiste, pues las autoridades aún no han establecido una conexión clara entre la desaparición de los jóvenes y el hallazgo del vehículo.
Algunos jóvenes habían sido vistos por última vez entre el 27 y 28 de febrero. La situación ha motivado una intensa búsqueda y la activación de las comisiones de búsqueda estatales para encontrar a Angie Lizeth Pérez, Raúl Emmanuel González, Noemí López, Jacqueline Ailet Meza, entre otros. Entre tanto, el descubrimiento de varios cuerpos en un auto abandonado ha complicado aún más el caso, aunque la identidad de las víctimas aún no ha sido confirmada por la Fiscalía de Puebla. Este caso resalta un problema más amplio, pues la región, que ha experimentado un auge turístico, parece no haber escapado a las crecientes influencias del crimen organizado, un tema que las autoridades locales han tenido cuidado en abordar directamente.
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