Un reciente descubrimiento arqueológico en Zahara de la Sierra, Cádiz, confirma la existencia de un acueducto romano que sugiere un pasado más antiguo y significativo del que se conocía en esta localidad. Bajo la dirección de la arqueóloga Mar Castro, el hallazgo del pozo de decantación y otros vestigios ha resonado como una clave crucial para entender la magnitud histórica de Zahara. Este sistema hídrico, de al menos dos kilómetros de longitud y con un desnivel que requirió sofisticadas soluciones arquitectónicas, confirma la existencia de una ciudad romana aún sin nombrar. La investigación ha sumado pruebas a la hipótesis de un pasado romano más robusto, revelando que Zahara, conocido principalmente por su herencia medieval, puede haber sido una urbe con notable infraestructura durante el siglo I d.C.
Los arqueólogos Luis Cobos y Esperanza Mata, quienes llevan años estudiando restos romanos en la región, destacan que esta nueva evidencia respalda la teoría de una magistratura romana local capaz de gestionar semejante obra civil. Sin embargo, la identificación precisa del asentamiento y su nombre siguen siendo un enigma. El equipo de Castro, en colaboración con universidades y el Instituto Geológico y Minero de España, está analizando los hallazgos para comparar las técnicas constructivas con otras estructuras hidráulicas romanas en la región. Este esfuerzo es parte del proyecto HydroRemote, que estudia la gestión del agua en urbes romanas situadas en terrenos elevados. Los hallazgos en Zahara podrían ofrecer nuevas claves sobre la sofisticación de la ingeniería romana en áreas rurales de la antigua Bética.
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