El momento que atraviesa Pep Guardiola al mando del Manchester City es uno de los más sombríos de su carrera como entrenador. El técnico catalán ha logrado vencer únicamente en un partido de los últimos once, culminando una racha decepcionante con una reciente derrota en el derbi de Mánchester. A pesar de las señales de apoyo de los aficionados, que desplegaron un tifo en catalán en un intento por levantar el ánimo del entrenador, Guardiola se ha mostrado crítico consigo mismo ante los medios de comunicación. «No soy lo suficientemente bueno», señaló, asumiendo la responsabilidad de encontrar soluciones que, hasta ahora, no han llegado. El entrenador comparó la derrota actual con otras más dolorosas en la Champions League, destacando que su equipo ha regalado goles y no ha jugado con la tranquilidad necesaria para revertir la situación.
A pesar de la presión, Guardiola se ha negado a culpar a sus jugadores públicamente, insistiendo en que los problemas defensivos son un reflejo colectivo del equipo. Aseguró que Matheus Nunes jugó bien en una posición que no es natural para él, subrayando que el equipo debe mejorar en todos los aspectos y seguir adelante. El Manchester City se prepara ahora para su próximo desafío contra el Aston Villa, con ambos equipos disputándose puestos en la Europa League, una situación inusual para el club bajo la dirección de Guardiola. Mientras el Liverpool se aleja con una ventaja de nueve puntos en la clasificación, Guardiola enfrenta el desafío de encontrar el rumbo correcto para volver a la senda ganadora.
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