La pizza, uno de los platillos más populares del mundo, tiene un origen incierto, pero su versión italiana moderna data del siglo XVIII, tras la llegada del tomate a Europa. La pizza napolitana, considerada la más auténtica, se caracteriza por su masa madre fermentada y un horneado a altas temperaturas que da como resultado una textura suave en el centro y bordes inflados y crujientes. En la Ciudad de México, este estilo se puso de moda gracias a lugares como Pizza Félix, dirigida por la chef Adriana Lerma, reconocida por su enfoque en crear experiencias memorables. Tanto es así, que su establecimiento fue incluido entre las mejores pizzerías del mundo en los Best Pizza Awards 2025.
Además de la napolitana, la pizza neoyorquina, creada por inmigrantes italianos en Estados Unidos, es otra variante emblemática con una base rígida que permite ser recalentada sin perder consistencia. Lugares como Hank’s Pizza Choza ofrecen una versión destacada de este estilo en la capital mexicana. La diversidad de pizzas sigue creciendo con estilos como la de Chicago, la grandma y la neoyorquina, mientras que la pizza estadounidense genérica, esponjosa y grasosa, sigue siendo la más consumida en México, el tercer país en consumo mundial de pizza. La adaptación local ha llevado a creaciones únicas, como la pizza de pastor, demostrando la versatilidad y el arraigo de este platillo en diferentes culturas.
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