Recientemente, dos preguntas formuladas en un informe de la Universidad de Leicester han ganado notoriedad en Internet por su efectividad para detectar el alcoholismo. Las consultas, utilizadas en Atención Primaria, son: «¿Con qué frecuencia bebe seis o más bebidas alcohólicas en una sola ocasión?» y «¿Alguna vez ha ingerido alcohol a primera hora de la mañana para estabilizar sus nervios?». Según el estudio, cuando estas preguntas se combinan, permiten diagnosticar la dependencia con una precisión del 87%. Esta herramienta ha sido destacada por profesionales de la salud como Jordi Sánchez, hepatólogo del hospital Parc Taulí de Sabadell, quien señala su relevancia para identificar a individuos con hábitos de consumo preocupantes, especialmente entre la población joven que ha adoptado patrones de atracón.
En España, donde el consumo de alcohol está culturalmente arraigado, los datos de salud pública revelan preocupantes cifras de consumo. Un 9% de la población entre 15 y 64 años bebió diariamente en el mes previo a una encuesta reciente sobre alcohol y drogas, y el 15,4% dijo haber participado en episodios de «atracón». Esto se produce en un contexto donde, históricamente, beber se ha visto como socialmente aceptable e incluso beneficioso para la salud vascular, una percepción que ha sido refutada por expertos como Gloria Sánchez Antolín, jefa de la unidad de Hepatología del Hospital Río Ortega. Frente a esta normalización, los médicos advierten sobre los riesgos del consumo excesivo y la necesidad de reforzar la detección y prevención en la atención primaria, llamando a un mayor compromiso con la asignación de recursos en este ámbito.
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