La ciudad de París ha sido sacudida por un audaz robo en el Museo del Louvre, donde delincuentes se apoderaron de nueve joyas pertenecientes a Napoleón y a reyes franceses, cuyo valor es considerado «incalculable». La alarmante facilidad con la que se llevó a cabo el crimen ha sorprendido a las autoridades locales, incluyendo al alcalde de París, Ariel Weil, quien comparó el incidente con las hazañas del famoso ladrón de guante blanco Arsène Lupin, destacando lo inusual que es la ocurrencia de un robo de esta magnitud en un sitio tan emblemático.
Según la ministra de Cultura, Rachida Dati, los ladrones operaron de manera rápida y profesional, sin generar pánico entre los visitantes, quienes fueron evacuados de manera ordenada. El robo se ejecutó poco después de la apertura del museo, cuando los delincuentes ingresaron por una ventana rompiéndola y sustrajeron las joyas de las vitrinas antes de escapar en dos motos. Las autoridades continúan evaluando la magnitud de lo robado y trabajan en la investigación del caso, que sin duda marca un precedente en la seguridad de uno de los museos más visitados del mundo.
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