Recientemente, en el bullicioso centro financiero de Londres, un descubrimiento arqueológico ha capturado la atención tanto de los expertos como del público en general. Bajo un edificio de oficinas en Gracechurch Street, se han desenterrado los sorprendentes restos de una basílica romana que data de hace más de 2,000 años. Este hallazgo se produjo durante unas excavaciones rutinarias previas a una renovación, revelando cimientos que formaban parte del primer foro de Londinium, la antigua capital de la provincia romana de Britania. Los cimientos, que están excepcionalmente bien conservados, incluyen paredes de hasta tres metros de grosor y alcanzan profundidades de 13 metros en algunas áreas, ofreciendo una monumental visión del esplendor arquitectónico de la época.
El hallazgo no solo proporciona una impresionante visión de la magnitud de la infraestructura romana, sino que también arroja luz sobre la vida en Londinium. La basílica, junto al foro, constituía el epicentro político, judicial y comercial de la ciudad, desempeñando un papel vital en el sistema legal y administrativo de la época. A escasos 20 años de su construcción original, los romanos demolieron el edificio para erigir una estructura más grande, reflejando el rápido crecimiento urbano de Londinium. La excavación incluye una plataforma que posiblemente sirvió como tribunal, dando a los arqueólogos una visión más clara de cómo los magistrados romanos administraban justicia. Frente a este descubrimiento, los planes para construir una torre de 32 pisos en el sitio han sido suspendidos mientras se considera la idea de integrar estos restos en una exhibición pública.
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