En un impactante suceso en Comiso, en la isla de Sicilia, Italia, las autoridades descubrieron el cadáver momificado de una mujer de 96 años en el domicilio que compartía con su hijo, un enfermero de 58 años. El hallazgo se produjo tras una denuncia falsa de robo hecha por el propio hijo, quien finalmente confesó la inexistencia del delito al arribo de los oficiales. El cuerpo de la mujer, que falleció por causas naturales en marzo de 2023, fue encontrado en uno de los dormitorios durante una inspección en la vivienda. Tras confirmarse la identidad del cadáver mediante análisis forense, y bajo las acusaciones de ocultación de cadáver y estafa agravada, el hombre ha sido internado en un centro psiquiátrico.
La convivencia prolongada con un cadáver como en este caso no solo suscita preocupaciones legales y éticas, sino también sanitarias y psicológicas. La presencia de un cuerpo en descomposición puede ser fuente de infecciones debido a la liberación de bacterias y patógenos, además de posibles contaminaciones ambientales por fluidos corporales. Asimismo, el impacto psicológico de convivir con los restos de un ser querido puede ser devastador, manifestándose en problemas de salud mental como estrés y depresión. Las autoridades recalcan la importancia de reportar y gestionar adecuadamente situaciones de esta naturaleza para minimizar riesgos y asegurar la adherencia a las normas legales.
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