Google Maps ha sorprendido a usuarios de la pequeña isla de Cormorant, en la costa pacífica de Canadá, al revelar una misteriosa estructura que algunos han interpretado como una siniestra calavera humana sumergida bajo el agua. Este fenómeno ha desatado diversas especulaciones, incluyendo teorías sobre antiguos restos de civilizaciones extraterrestres. Sin embargo, la explicación es más simple de lo que parece: se trata de un banco de arena cuya forma nos engaña a percibir un rostro humano.
La interpretación errónea de esta formación natural está vinculada a un fenómeno conocido como pareidolia, que es la tendencia del cerebro humano a reconocer patrones significativos, como rostros, en objetos inanimados. Robin Kramer, experto en percepción facial, explica que esta habilidad evolutiva nos lleva a ser cautelosos al detectar rostros, lo que puede llevarnos a imaginar caras donde realmente no existen. La fascinación por las curiosidades en Google Maps no solo revela la creatividad de la mente humana, sino que también pone de manifiesto cómo interpretamos el mundo que nos rodea.
Leer noticia completa en 20minutos.