Richard Pena, el célebre intérprete de la voz en off del programa «First Dates», planteó una curiosa reflexión la noche del lunes al preguntar si se había quedado una noche perfecta para encontrar el amor. Durante su habitual introducción, el actor compartió un dato sorprendente: en la antigua Roma, el órgano asociado con el amor no era el corazón, sino el hígado. Según la creencia de los romanos, el hígado era responsable de la producción de sangre y tenía una conexión más carnal con las relaciones, alejándose de la noción etérea que hoy tenemos del amor.
Pena amplió la conversación mencionando que otra civilización, la de la antigua Mesopotamia, también vinculaba el hígado con las emociones, considerándolo el hogar del alma y el origen de diversas emociones humanas. Esta perspectiva difiere significativamente de la moderna, que asocia sentimientos como el amor con el corazón. En este contexto, Pena cerró su presentación anticipando la llegada de solteros al programa, afirmando que esta noche «se van a robar el hígado el uno al otro». Con su característico humor, dejó entrever que las dinámicas del amor siguen trascendiendo las creencias a lo largo de la historia.
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