La sierra presenta un desafío irresistible para los apasionados del montañismo con la ascensión al Pinganillo Grande por su ruta normal y más accesible. Este atractivo pico, situado en un entorno natural privilegiado, se ha consolidado como un destino popular para aquellos que buscan conjugar aventura y disfrute paisajístico. La vía de acceso, aunque presenta una dificultad moderada, ofrece a los montañistas un recorrido cargado de belleza natural y vistas espectaculares que recompensan el esfuerzo. La actividad se ha convertido en un referente para quienes desean desafiar sus límites en un ambiente controlado y relativamente seguro.
El ascenso al Pinganillo Grande no solo involucra una experiencia física, sino también una inmersión en la biodiversidad que caracteriza a la región. Los visitantes pueden encontrar una gama de fauna y flora autóctona que enriquece aún más la travesía. La popularidad de la ruta ha impulsado, además, un crecimiento en la infraestructura turística local, fomentando el desarrollo sostenible de la zona y ofreciendo a los excursionistas diversas opciones de alojamiento y gastronomía. Sin duda, el ascenso a esta cumbre continúa ganando adeptos que buscan descubrir la majestuosidad de la sierra mientras disfrutan de uno de sus retos más sabrosos.
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