En medio de un verano abrasador, el deseo de escapar del calor se convierte en una prioridad para muchos. Sumergirse en aguas frías y cristalinas, rodeadas de naturaleza, ofrece un alivio inigualable. En el interior de España, lejos de las playas costeras, los amantes de la frescura descubren un abanico de pozas, gargantas y piscinas naturales que se erigen como verdaderas escapadas veraniegas. Lugares como la Garganta de los Infiernos en Cáceres o el Parrizal de Beceite en Teruel invitan a los visitantes a sumergirse en sus aguas turquesas y cristalinas, lejos del bullicio y el asfalto.
Por su parte, las Lagunas de Ruidera, situadas entre Ciudad Real y Albacete, presentan una cadena de quince lagunas interconectadas que, tras las abundantes lluvias de primavera, ofrecen un espectáculo natural impresionante. Estas lagunas no solo son ideales para bañarse, sino también para practicar senderismo y kayaking. Otro destino popular es el río Eresma en Segovia, en el que la Boca del Asno ofrece espacios perfectos para nadar entre bosques de pinos y pequeñas cascadas. Estos privilegiados rincones naturales demuestran que existen alternativas refrescantes en medio del calor veraniego, ideales para disfrutar en familia o con amigos.
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