La prestigiosa guía francesa ha destacado a Asturias, Cádiz, Galicia y Huesca como emergentes destinos gastronómicos en su última edición, centrándose en negocios jóvenes y, en muchos casos, ubicados en pequeñas localidades. Esta tendencia reflejada destaca el creciente interés por reconocer y valorar el talento culinario que florece fuera de los grandes centros urbanos, promoviendo a estas regiones como polos de atracción para los gastrónomos más exigentes. La apuesta por innovar y ofrecer experiencias culinarias únicas está situando a estas áreas en el mapa gastronómico, consolidando su reputación no solo dentro de España, sino a nivel internacional.
Simultáneamente, en las grandes urbes como Barcelona y Madrid, ha habido un aumento notable en el número de comedores distinguidos con la codiciada estrella de la guía. Esta expansión no solo resalta el dinamismo y la diversidad culinaria que ofrecen estas ciudades, sino que también pone de manifiesto la capacidad de los chefs locales para reinventarse y responder a una clientela cada vez más exigente. La creciente presencia de restaurantes galardonados en estas metrópolis subraya el papel de España como epicentro de la alta cocina, complementando la pujanza de las regiones más pequeñas y emergentes, y consolidando su posición en la escena gastronómica mundial.
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