El turismo nudista en España ha crecido significativamente, alcanzando un 12% de las playas del litoral que permiten esta práctica, según la Guía de Playas del Ministerio para la Transición Ecológica. Este tipo de turismo se desarrolla principalmente en playas alejadas de núcleos urbanos y de difícil acceso, donde predominan espacios poco masificados con escasa infraestructura turística. Sin embargo, algunas playas semiurbanas han logrado un balance entre cercanía y naturaleza, aumentando el atractivo del nudismo en los últimos años.
Destacan diversas playas a lo largo de la geografía española, como la Playa de Torimbia en Asturias, conocida por sus aguas cristalinas y un entorno aislado, y la Playa de Covachos en Cantabria, que coquetea con un ambiente natural y tranquilo. La Playa de Barinatxe, famosa por su oleaje y acantilados, junto a la Playa de Barra en Pontevedra, reconocida por su belleza escénica, también son puntos destacados. Otras playas, como la Granatilla en Almería y Cantarriján en Granada, combinan accesibilidad con un entorno protegido, reafirmando la diversidad y riqueza del turismo nudista en el país.
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