Enclavada en la Sierra Norte de Madrid, la localidad de Patones de Arriba se erige como un destino turístico cuya singularidad radica en su arquitectura de pizarra negra. Este material predomina en las construcciones del pueblo, otorgándole un encanto distintivo que remonta a siglos pasados. Su complejo entramado de callejuelas empedradas y casas tradicionales atrae a visitantes que buscan una experiencia auténtica y un respiro del bullicio urbano. La preservación del entorno y la autenticidad del lugar han sido aspectos clave para mantener intacto el legado histórico-cultural de esta pequeña pero cautivadora localidad madrileña.
Desde hace años, Patones de Arriba no solo es atractivo por su aspecto visual, sino también por su oferta gastronómica y actividades al aire libre que permiten a los turistas disfrutar de caminatas y del paisaje natural que rodea el pueblo. La interacción con la naturaleza, sumada al encanto rústico de sus estructuras, hace de Patones de Arriba un ejemplo de la riqueza patrimonial que aún reside en las zonas rurales del país. Este modelo de turismo sostenible fomenta la conservación del medio ambiente y resalta la importancia de mantener vivas las tradiciones arquitectónicas que caracterizan a España.
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