El uso de botellas de agua reutilizables se ha convertido en una práctica común en la vida diaria, tanto en el trabajo como en el gimnasio o en casa. Sin embargo, pocas personas son conscientes de la gran cantidad de bacterias que pueden acumularse en estos recipientes si no se limpian adecuadamente. Un estudio liderado por Carl Behnke en la Universidad de Purdue reveló que muchas botellas de estudiantes estaban repletas de microorganismos debido a hábitos de limpieza deficientes. Primrose Freestone, experta en microbiología de la Universidad de Leicester, indica que las bacterias pueden crecer rápidamente a temperaturas de entre 20 °C y 37 °C, incrementando significativamente su número con el paso de las horas. Mantener el agua en condiciones inadecuadas no solo facilita la descomposición bacteriana, sino que también puede propagar enfermedades, especialmente si las botellas se comparten entre personas.
Además, el cambio en la naturaleza del líquido contenido en la botella, como la adición de bebidas azucaradas, puede crear un ambiente ideal para bacterias y hongos. La solución, según Behnke y Freestone, implica lavar regularmente las botellas con agua caliente, detergente y, si es posible, usando un lavavajillas con ciclo de desinfección. Este método, junto al secado al aire, puede ayudar a prevenir que se conviertan en un caldo de cultivo para patógenos. Freestone advierte sobre la importancia de limpiar las botellas tras cada uso y recalca que, si empiezan a desprender mal olor, es señal de que la cantidad de bacterias ha superado un nivel seguro, momento en el cual es mejor desecharlas.
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