El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado abiertamente su escepticismo respecto a la tregua lograda entre Israel y Hamás, a pesar de que su equipo ha sido instrumental en la negociación de este alto el fuego que ya lleva tres días en vigor. Trump manifestó su falta de confianza en que la tregua se mantenga y en la conclusión exitosa de las tres fases del acuerdo estipulado. Sin embargo, subrayó que, en su opinión, el grupo islamista Hamás se encuentra en una posición de debilidad. Durante una interacción con la prensa en el Despacho Oval, describió la situación en la Franja de Gaza como un enorme sitio de demolición que necesita ser reconstruido de manera diferente, sugiriendo, aunque sin comprometerse pese a asegurar que podría participar en el proceso, un posible rol futuro en su rehabilitación.
En paralelo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, hizo eco de su optimismo con el regreso de Trump al escenario político, viéndolo como una oportunidad para fortalecer los intereses regionales de Israel, en línea con los logros de su primer mandato, como los Acuerdos de Abraham. Netanyahu espera cooperar con el mandatario estadounidense para lograr la devolución de los rehenes restantes y asegurar la destrucción de las capacidades militares de Hamás en Gaza, haciéndola no amenazante para Israel. Mientras tanto, Mahmud Abás, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, también felicitó a Trump y expresó la disposición de su gobierno para buscar la paz durante su mandato, reflejando una expectativa compartida de ambos lados de que la nueva administración pueda facilitar una solución más duradera y significativa en la región.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.