La almeja fina de Corea, conocida por su carne tierna y sus propiedades nutricionales sobresalientes, está haciendo su entrada triunfal en las mesas españolas. Aclamada como «el diamante de la gastronomía», esta delicia marítima es valorada tanto por su sabor como por sus beneficios para la salud. Con su alto contenido de proteínas, vitaminas y minerales esenciales, y su bajo aporte calórico, graso y de azúcar, la almeja fina se erige como un alimento integral y saludable.
Desde hace más de dos décadas, la empresa Friusa ha liderado la importación de estas almejas desde Corea, estableciendo a España como uno de los mercados más prometedores para este producto. Perteneciente a la especie Ruditapes philippinarum, la almeja fina no solo es asequible, sino que también es crucial para una dieta equilibrada debido a su riqueza en vitamina C, B12 y hierro, elementos esenciales para prevenir la anemia y favorecer la producción de glóbulos rojos.
Las ventajas nutricionales de este marisco no terminan aquí. La almeja fina de Corea es una fuente rica en minerales como calcio, magnesio y zinc, este último siendo a menudo escaso en las dietas modernas. Este excepcional perfil mineral convierte a la almeja en un aliado para mejorar la fertilidad masculina, apoyar la salud cardiovascular y promover la producción de colágeno, vital para la regeneración de la piel y los tejidos.
La pandemia ha potenciado la demanda de este marisco en España, volviéndolo cada vez más accesible en supermercados y plataformas de comercio en línea. Su versatilidad en la cocina permite su incorporación en una amplia variedad de preparaciones, desde aperitivos hasta platos principales, siempre aportando su característico sabor y valor nutricional.
Con Corea posicionada como el segundo mayor exportador mundial de pescado y marisco, la almeja fina se perfila para seguir ganando adeptos, consolidándose no solo como un lujo gourmet, sino también como un componente esencial de una dieta sana y equilibrada.