En la búsqueda de métodos de limpieza más sostenibles y menos agresivos para el hogar, un truco casero ha ganado popularidad por su eficacia y simplicidad. Se trata del uso del agua de cocción de patatas como un desengrasante natural para suelos de baldosas. Este método, alternativo a productos químicos como el vinagre y la lejía, no solo ofrece una limpieza profunda y un brillo duradero, sino que además es realmente económico, aprovechando un ingrediente común en cualquier cocina. La técnica es sencilla: tras hervir una patata sin sal ni aceite, se utiliza el agua resultante para limpiar las superficies, dejándola actuar por unos minutos antes de enjuagar con agua fría. El resultado promete suelos relucientes, sin dejar residuos químicos.
Además de su potente capacidad de limpieza del suelo, la patata ofrece usos adicionales en el mantenimiento del hogar, demostrando ser un recurso versátil. El agua de hervir patatas también puede emplearse para desincrustar vajillas y eliminar manchas blancas producidas por el lavavajillas, así como para quitar la cal de los grifos. Incluso, el tubérculo crudo es eficaz para tratar manchas en alfombras y ropas, y huellas en superficies como puertas e interruptores, debido a sus propiedades quitamanchas. Estos métodos proporcionan a quienes los practican una forma más ecológica y económica de mantener la limpieza, sin comprometer la eficacia y manteniendo el respeto al entorno al evitar químicos agresivos.
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