El thai lila es una raza felina que ha emergido en el panorama internacional desde su origen en el Reino Unido en 1989. Esta raza nació de la unión de dos korats, que son conocidos por su pelaje azul plateado. El primer gato de esta línea, llamado Jenanca Lilac Lilee, mostró un tono ‘rosado’ en su manto, lo que dio lugar a la oficialización de la raza en 1993. Aunque el thai lila comparte un parentesco genético con el korat, la historia revela que ocasionalmente aparecen ejemplares con variaciones de color que, en el contexto británico, se clasificaron como variantes legítimas en lugar de mutaciones indeseables. Esto permitió el surgimiento del thai lila y el thai azul point, en un entorno donde ambos han ido ganando reconocimiento y presencia en exposiciones.
El thai lila no solo se destaca por su peculiaridad estética, sino también por su temperamento. Activos y comunicativos, estos gatos establecen vínculos profundos con sus cuidadores y requieren un ambiente enriquecido con juegos y espacio para explorar. No toleran bien la soledad, lo que hace que un hogar con personas o incluso otros animales sea ideal. Para su cuidado, su pelaje corto demanda solo cepillados ocasionales y, aunque pueden ser portadores de condiciones hereditarias como la gangliosidosis, los programas de cría responsable implementan pruebas genéticas para mitigar riesgos. Con una creciente aceptación desde su inclusión oficial en exposiciones, el thai lila sigue siendo una raza menor dentro del mundo felino, pero su carácter y singularidad continúan atrayendo a entusiastas y amantes de los gatos.
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