Las pulseras de plata son elementos comunes en las colecciones de joyería, pero con el tiempo pueden perder brillo y mostrar manchas debido a la oxidación. Aunque métodos caseros como el uso de vinagre o limón han sido populares, estos pueden resultar dañinos si se usan incorrectamente. Expertos en joyería han advertido que la acidez de estos ingredientes puede desgastar la superficie de la plata, afectando su lustre original. En lugar de estas técnicas, se recomienda un método más seguro y efectivo que emplea materiales caseros como bicarbonato de sodio y papel de aluminio. Este enfoque aprovecha una reacción química que limpia la plata y la protege del daño a largo plazo.
Para poner en práctica este método, es necesario un recipiente de vidrio o cerámica, papel de aluminio, agua caliente, y bicarbonato de sodio. Al forrar el fondo del recipiente con papel de aluminio y sumergir las pulseras en una mezcla de agua caliente y bicarbonato, se genera una reacción que elimina el sulfuro acumulado. Esta técnica, a diferencia de los productos ácidos, actúa suavemente y sin comprometer la integridad de las joyas. Adicionalmente, cuidar las pulseras guardándolas en bolsas de tela suave y evitando la exposición a perfumes o cloro puede prevenir una oxidación prematura. Usarlas regularmente también contribuye a mantener su brillo por el roce con la piel y la ropa. Así, con cuidados adecuados y métodos de limpieza probados, las pulseras de plata pueden conservar su elegancia y calidad a lo largo del tiempo.
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