El maquillaje se presenta como una herramienta esencial para potenciar la belleza en cada etapa de la vida, adaptándose a las diferencias que marcan los años. Stephanie Goldsmith, maquilladora conocida por sus consejos para mujeres de más de 40, enfatiza la importancia de usar técnicas adecuadas que ayudan a disimular los signos del envejecimiento, como las líneas de expresión y los párpados caídos. Ella sugiere el uso de bronceador líquido o en polvo para realzar los ojos, colocando pequeños puntos en el párpado y en la línea de las pestañas, lo que contribuye a un aspecto más juvenil y despierto.
Además, para abordar el desafío de los párpados encapotados, se puede crear un «pliegue falso» con sombras en tonos marrones o grises suaves, lo que brinda profundidad a la mirada. Para agregar luminosidad, se recomienda utilizar iluminador en puntos estratégicos, como debajo del arco de la ceja y en el lagrimal. La atención a las pestañas, rizando y peinando en dirección ascendente antes de aplicar la máscara, también es clave para lograr un efecto visual que alarga y levanta los ojos. Así, el maquillaje se convierte en un aliado para resaltar la belleza en cada momento de la vida.
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