Limpiar las bandejas de horno, testigos silenciosos de innumerables asados y guisos, siempre ha sido una de las tareas más temidas en la cocina. Sin embargo, un reciente truco casero ha capturado la atención de chefs aficionados y profesionales por igual, ofreciendo una solución sencilla, económica y eficaz para devolverle el brillo a este indispensable utensilio.
Este nuevo método tiene como protagonistas al bicarbonato de sodio y al vinagre blanco, dos ingredientes que suelen estar al alcance en la mayoría de las cocinas. Además de ser asequible, esta técnica es respetuosa con el medio ambiente, representando una alternativa saludable frente a los productos de limpieza más agresivos y químicos.
Para comenzar, se debe retirar cualquier resto de comida que aún permanezca en la bandeja. Una vez despejada, se espolvorean generosas cantidades de bicarbonato de sodio sobre toda la superficie. El siguiente paso consiste en rociar vinagre blanco, el cual reaccionará al instante con el bicarbonato, generando un burbujeo que aflojará la grasa y los residuos incrustados.
Después de dejar actuar esta mezcla durante unos minutos, una esponja suave o un paño puede emplearse para frotar la bandeja con movimientos circulares, lo que ayudará a desprender la suciedad con facilidad. Para las manchas más difíciles, es aconsejable repetir el proceso o dejar que la espuma actúe durante un periodo más prolongado.
Una vez limpia, la bandeja se enjuaga con agua caliente, quedando lista y tan reluciente como el primer día. Este truco no solo promete simplificar la rutinaria tarea de limpieza, sino que además se alinea con las prácticas saludables para quienes desean reducir el uso de químicos en sus hogares.
Las redes sociales han sido el escenario perfecto para la difusión de este método, donde numerosas personas comparten sus experiencias y variantes de la técnica, contribuyendo a su viralización. El creciente interés por el cuidado del hogar de forma sostenible ha impulsado su popularidad, consolidándolo como una solución eficaz y ecológica.
Así, lo que antes era una temida tarea doméstica se transforma en una simple y gratificante tarea, permitiendo a los amantes de la cocina centrarse en lo más importante: disfrutar de deliciosas y saludables comidas.