Las pieles acneicas tienden a tener poros más visibles y mayor producción de grasa, lo que favorece el crecimiento de la bacteria _Propionibacterium Acnes_. Para combatir el acné, se recomienda una cuidadosa elección de productos de limpieza que no obstruyan los poros. Expertas sugieren el uso de aceites no comedogénicos como el de árbol de té y jojoba. Un jabón sólido con carbón negro, ácido salicílico y zinc es destacado por sus propiedades para absorber grasa, exfoliar y purificar la piel, manteniéndola libre de imperfecciones. Ideal para uso diario, este producto es tanto efectivo como asequible.
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