España, conocida por su riqueza cultural y paisajística, alberga un rinconcito que evoca a la majestuosa Venecia italiana. Se trata de Ampuriabrava, en Cataluña, una localidad que con sus 24 kilómetros de canales navegables ofrece a los visitantes una experiencia similar a la de desplazarse por las románticas aguas de la ciudad italiana. Ubicada en el golfo de Rosas y rodeada por el Parque Natural de las Marismas del Ampurdán, Ampuriabrava no solo seduce con su estructura acuática, sino también con la calma que su paisaje natural proporciona. Este destino turístico ha evolucionado con el tiempo, transformándose en la marina residencial más importante de Europa y un lugar que sorprende a quienes desean explorar maravillas dentro del territorio español.
La historia de Ampuriabrava se remonta a 1967, cuando comenzaron las primeras construcciones de canales y viviendas, inspiradas en otros proyectos similares en Florida y Europa que imitaban el ideal romántico de Venecia. A pesar de las críticas iniciales de los propietarios agrícolas, la urbanización avanzó y las ventas de propiedades encontraron un mercado floreciente en países como Alemania. Sin embargo, el auge del proyecto también despertó una conciencia conservacionista que culminó en la protección del territorio con la creación del Parque Natural en 1983. Este equilibrio entre desarrollo y conservación ha permitido que Ampuriabrava mantenga su atractivo, ofreciendo a visitantes la oportunidad de descubrir un destino único que fusiona elegancia y sostenibilidad, convirtiéndose en un enclave turístico ineludible para quienes buscan vivir una experiencia veneciana sin salir de España.
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