La ciudad riojana se convierte en un epicentro gastronómico durante las festividades de San Mateo, ofreciendo una amplia gama de actividades culinarias para los visitantes. Para aquellos que disfrutan del tapeo, el casco antiguo de Logroño es una parada obligatoria, en especial la famosa calle Laurel, conocida por su variada oferta de pinchos y tapas. A lo largo de sus bulliciosas callejuelas, los restaurantes y bares se llenan de vida con comensales que disfrutan de platos tradicionales acompañados por vinos locales, destacando la riqueza enológica de la región.
Además del tapeo, la celebración de San Mateo brinda la oportunidad de disfrutar de homenajes gastronómicos en los diversos restaurantes repartidos por la ciudad. Establecimientos como Juan Carlos Ferrando y Marqués de Murrieta ofrecen experiencias culinarias de alta gastronomía para aquellos que buscan degustar elaboraciones más sofisticadas. En estos locales, los chefs combinan técnicas modernas con ingredientes regionales, creando menús degustación que elevan los sabores riojanos a un nuevo nivel. Por lo tanto, tanto los amantes del tapeo como los gourmets encontrarán en San Mateo una razón irresistible para visitar Logroño.
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