Los pantalones vaqueros, prenda icónica y universal, ocupan un lugar destacado en casi todos los armarios alrededor del mundo. Sin embargo, muchos desconocen su historia y los detalles funcionales que los acompañan. Un aspecto poco conocido es el propósito de los botones y remaches metálicos, especialmente los que se encuentran en los extremos de los bolsillos. Aunque parecen meramente decorativos, en realidad, son elementos clave que cumplen una función esencial en la resistencia de la prenda.
Los vaqueros, como los conocemos hoy, surgieron en Estados Unidos a mediados del siglo XIX. Levi Strauss, un inmigrante alemán, se trasladó a San Francisco en 1853 y, junto con el sastre Jacob Davis, patentó en 1873 un diseño que incluía remaches de cobre para reforzar puntos críticos de tensión. Esta innovación permitió que los vaqueros se convirtieran en una prenda resistente y duradera, pensada originalmente para el trabajo. Hoy, casi dos siglos después, los remaches siguen siendo un recordatorio de la funcionalidad y la historia que convierte a los jeans en un símbolo de moda y practicidad.
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