En Gaza, la población enfrenta la ardua tarea de reconstruir sus vidas tras los recientes bombardeos israelíes. Fidaa al Araj, una psicóloga de 40 años, planea improvisar ventanas y puertas para proteger lo que queda de su hogar en Al Nasr. El alto el fuego, vigente desde hace pocos días, no ha traído el alivio esperado para los gazatíes, quienes se ven obligados a priorizar necesidades inmediatas, como encontrar un techo, por encima de cualquier plan a largo plazo. La escasez de materiales de construcción complica aún más la situación, mientras el frío del invierno amenaza a las familias que han perdido sus hogares.
El plan de paz propuesto por Trump no genera optimismo entre los habitantes de Gaza. Khalil Abu Shammala y Alaa Sbaih expresan su escepticismo, resaltando la falta de soluciones concretas para la ocupación israelí y las restricciones en la entrada de materiales. La devastación es profunda: hospitales, escuelas y viviendas están en ruinas, y la infraestructura sigue siendo insuficiente para cubrir las necesidades básicas. Mientras la comunidad internacional discute el futuro político de Gaza, muchos ciudadanos enfrentan la dura realidad de tener que elegir entre abandonar su tierra natal o intentar reconstruir sus vidas entre los escombros.
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