La Biennal Manifesta 15 ha puesto de relieve la relación entre edificios en desuso y su idoneidad para acoger instalaciones artísticas, revitalizándolos y dándoles un nuevo sentido. Edificios emblemáticos como la Tèrmica, Gustavo Gili y la Casa Gomis, entre otros, se reinventan como espacios de exposición que otorgan una nueva alma a estos lugares, desapareciendo así la sensación de abandono. La transformación de estos edificios en espacios culturales pone de manifiesto una sensibilidad contemporánea hacia lo vacío y obsoleto, demostrando que estos lugares pueden ser revitalizados sin necesidad de costosas rehabilitaciones.
Este fenómeno también lanza una crítica a las normativas actuales que dificultan el uso práctico de edificios históricos. La Biennal, con su enfoque de «guerrilla», sugiera una alternativa al modelo de museos institucionales, abriendo nuevas posibilidades para el arte en entornos no convencionales. Así, mientras celebramos el 50 aniversario del Teatre-Museu Dalí de Figueres, la Biennal subraya que es posible habilitar espacios históricos para nuevos usos. La experiencia de la Casa Gomis, que alberga obras contemporáneas en un contexto residencial, destaca la potencialidad del arte para coexistir con lo cotidiano, ofreciendo una innovadora forma de intervención artística en espacios no tradicionales.
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