Las relaciones sentimentales pueden volverse confusas y agotadoras si una de las partes practica el «refuerzo intermitente» y el «breadcrumbing». Estas estrategias, utilizadas por algunos individuos para mantener a su pareja en un estado constante de incertidumbre, son cada vez más comunes en el ámbito de las citas modernas. El refuerzo intermitente consiste en alternar momentos de afecto y distanciamiento de manera impredecible, lo que genera en la otra persona una dependencia emocional similar a la que experimentan los jugadores de azar. Por su parte, el breadcrumbing (migajas de pan) es la práctica de enviar señales de interés esporádicas para mantener viva la esperanza de una relación sin un compromiso real.
Detectar estas conductas es crucial para mantener una salud emocional estable. Algunas señales incluyen mensajes confusos y atención inconsistente por parte de la otra persona. Saber identificar estas tácticas manipuladoras puede ayudar a tomar decisiones informadas y evitar involucrarse en relaciones que, lejos de ofrecer apoyo y estabilidad, terminan minando la autoestima y la seguridad personal. Por eso, conocer y reconocer el refuerzo intermitente y el breadcrumbing es vital para protegerse y priorizar el bienestar propio en el mundo de las relaciones.
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