Acudir a un bar es una rutina cotidiana para miles de españoles, convirtiendo a España en el país con más bares por habitante a nivel mundial. Entre los muchos locales que abren y cierran, algunos mantienen su esencia a lo largo del tiempo. Un ejemplo emblemático es el bar La Corchuela, localizado en el corazón de Badajoz, a pocos pasos de la plaza de España. Fundado en 1827 por Inocente Jiménez Grajera, el establecimiento ha permanecido en manos de sus descendientes, consolidándose como un icono de la gastronomía en Extremadura.
El atractivo de La Corchuela radica tanto en su auténtica cocina como en el ambiente nostálgico que envuelve a sus visitantes. Decorado con fotografías antiguas y objetos del pasado, como una caja registradora de otra época, el bar ofrece una variada carta de desayunos y tapas que incluye desde churros artesanos hasta croquetas caseras y tapas de embutidos locales. Su ambiente festivo se enriquece con la celebración de carnavales y partidos de fútbol, y cuenta con una terraza ideal para disfrutar de las noches veraniegas, estableciendo un horario extendido que invita a los ciudadanos a visitarlo en cualquier momento del día.
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