Este viernes, dos policías nacionales jubilados, Joaquín Reyes y Claudiano López, se convirtieron en héroes improvistos al desarmar y retener a un agresor en Bembibre, León. Mientras disfrutaban de un café con vistas a la Plaza Santa Bárbara, presenciaron cómo un hombre golpeaba violentamente a otra persona en el suelo. Al acercarse, se dieron cuenta de que el atacante empuñaba un arma de fuego casera, lo que llevó a un intercambio de disparos que también hirió a una tercera persona. A pesar de su edad —Reyes con 70 y López con 75 años—, ambos exagentes actuaron con rapidez y determinación para controlar la situación, logrando reducir al atacante, un hombre de 63 años.
Reyes, con más de 40 años en la fuerza, recordó que aunque ha enfrentado situaciones difíciles a lo largo de su carrera, nada se comparaba con este acontecimiento. La adrenalina lo llevó a desarmar al agresor mediante una maniobra de torsión, mientras su compañero mantenía al hombre inmovilizado. A pesar de las dificultades de la transición de la vida activa al retiro, Reyes recibió felicitaciones de colegas, lo que le genera un profundo orgullo. “Lo hice porque me salió de dentro”, afirmó, reflejando el compromiso que sigue sintiendo hacia su antigua profesión.
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