Las autoridades han desmantelado una red criminal que se dedicaba al robo y venta de mobiliario urbano en varios países europeos y de África. El grupo operaba principalmente en España, donde sustraían sillas de espacios públicos para luego comercializarlas a través de una bien organizada red internacional. Fuentes policiales indicaron que los objetos robados no sólo se vendían en el mercado doméstico, sino que también llegaban a naciones como Marruecos y Rumanía, aumentando significativamente el alcance del ilícito negocio.
El operativo policial que condujo al arresto de varios integrantes de la organización fue el resultado de una investigación conjunta entre distintas fuerzas de seguridad en Europa y África. Las autoridades lograron identificar los puntos de venta y almacenes donde se acumulaba el mobiliario antes de su distribución. Este golpe contundente a la red ha sido destacado como un importante avance en la lucha contra el robo y tráfico de bienes públicos, subrayando la importancia de la cooperación internacional para combatir el crimen organizado.
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