Una red delictiva dedicada al tráfico de personas ha sido desmantelada en España, según informaron las autoridades tras una extensa operación policial. Esta organización cobraba elevadas sumas de hasta 10.000 euros por cada migrante que ayudaban a ingresar y establecerse en territorio español. Los involucrados no solo facilitaban la entrada en el país, sino que también proporcionaban la documentación necesaria y organizaban el tránsito posterior hacia otros destinos en Europa, manejando de manera hábil y clandestina las rutas migratorias.
La operación culminó con la detención de varios integrantes de la red en diferentes provincias españolas. Las investigaciones revelaron que los responsables contaban con una bien estructurada red logística que les permitía operar a nivel internacional. Las autoridades destacaron la importancia de esta intervención para desarticular un circuito que, además de lucrativo, representaba un serio riesgo para la seguridad y los derechos humanos de los migrantes. Las acciones ahora se centran en facilitar la asistencia a las víctimas y reforzar la cooperación internacional para evitar que se reproduzcan este tipo de operaciones ilícitas.
Leer noticia completa en El Mundo.