Una investigación conjunta entre la Guardia Civil española y las fuerzas de seguridad portuguesas ha culminado en la desarticulación de un violento grupo criminal responsable de 23 robos en joyerías de Portugal durante los últimos 15 años. Compuesto por cinco integrantes provenientes de Italia, incluyendo dos de origen marroquí y un albanés, el grupo operaba desde el sur de Roma hasta el norte de Portugal. Utilizaban la provincia gallega de Pontevedra como base logística para abastecerse de armas y vehículos, y como refugio tras los atracos. La operación, conocida como Alpina-Rasteiro, comenzó en enero y logró culminar con la detención de los cinco sospechosos el pasado noviembre en Valença do Minho, cuando intentaban huir con valiosas joyas valoradas en más de 400.000 euros. Durante este intento de robo, tanto el propietario de la joyería como uno de los criminales resultaron gravemente heridos.
La colaboración de una célula de apoyo española fue esencial para el despliegue de estos robos, proporcionando lugares de alojamiento, vehículos sin contrato, y armas. Tras la detención del grupo principal, los agentes centraron su atención en la célula local integrada por cuatro españoles, arrestados en diciembre. Estos intrincados apoyos logísticos incluían cédulas vinculadas al grupo desde hace más de una década, donde el líder ha sido relacionado con otro intento de atraco frustrado en 2008. En los registros llevados a cabo tras su aprehensión, se incautaron 118.000 euros en efectivo, junto con otros materiales utilizados para efectuar los robos. Esta cooperativa criminal sofisticada lograba elegir objetivos cercanos a la frontera con España, optimizando escapatorias rápidas tras sus atracos. La acción decisiva de las autoridades ha puesto fin a 15 años de actividad delictiva, subrayando la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado.
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