Las autoridades locales llevaron a cabo ayer el tapiado de puertas y ventanas en un edificio desocupado para evitar futuras ocupaciones ilegales. Esta intervención surge como respuesta a las crecientes preocupaciones entre los residentes de la zona, quienes habían manifestado sentirse inseguros debido a la presencia de okupas en el vecindario. El portavoz del ayuntamiento declaró que la medida era necesaria para «atajar este problema» y restaurar la tranquilidad entre los vecinos, quienes habían experimentado miedo por la situación.
Vecinos del área habían expresado reiteradamente su inquietud, señalando que las ocupaciones generaban un ambiente de tensión y deterioro de la convivencia. La acción preventiva, llevada a cabo en colaboración con la policía local, busca disuadir futuros intentos de ocupación y garantizar un entorno seguro para todos. Las autoridades no descartan aplicar medidas similares en otros edificios susceptibles de ser blancos de estas prácticas, reafirmando su compromiso con el bienestar y la seguridad comunitaria.
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