Jimmy Kimmel, un conocido presentador de televisión estadounidense, ha decidido abandonar su programa, una acción que varios analistas vinculan con las crecientes presiones políticas por parte de la Administración Trump. Según informes, Kimmel fue un crítico vocal de las políticas del entonces presidente, lo que provocó una serie de tensiones entre ambos. Este contexto ha sido interpretado por diversos sectores como un intento de silenciar voces disidentes y limitar la libertad de expresión en el país. La situación ha despertado preocupación en diversos círculos mediáticos sobre el futuro de la crítica política en los medios de comunicación.
La salida del presentador ha generado una ola de reacciones tanto en el ámbito político como en el mediático, destacándose la preocupación por posibles precedentes que afecten la independencia editorial. El caso de Kimmel se suma a una serie de eventos en los que figuras públicas han enfrentado decisiones difíciles tras emitir opiniones contrarias a la administración gubernamental. Observadores internacionales han señalado la importancia de proteger la libertad de prensa como un pilar fundamental de una democracia sana, instando a las autoridades a garantizar un clima donde las voces críticas puedan expresarse sin temor a represalias.
Leer noticia completa en El Mundo.