El expresidente de Estados Unidos, Joe Biden, realizó su primera aparición pública el viernes tras el anuncio de su diagnóstico de cáncer de próstata, considerado «agresivo». Durante el evento, Biden afirmó: «Me siento bien», mientras mantenía un tono ligero y humorístico sobre su situación. Sin embargo, el exmandatario, que cumplió 82 años, es consciente de la seriedad del diagnóstico, que corresponde a un cáncer de nivel 9 en la escala de Gleason, con metástasis en el hueso. Este diagnóstico fue encontrado durante un examen rutinario que reveló un pequeño nódulo en su próstata.
Biden asistió a un acto conmemorativo por el Día de los Caídos en New Castle, Delaware, donde compartió optimismo sobre su tratamiento, el cual, según él, se puede manejar con «cuestión de tomarse una pastilla». En el contexto político, el expresidente se había retirado de la carrera presidencial por motivos de edad, permitiendo a su sucesora, Kamala Harris, competir en las elecciones, aunque resultó derrotada por Donald Trump el pasado noviembre. La situación de Biden añade otra capa de interés en un futuro político ya marcado por desafíos y cambios.
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