En un escenario caracterizado por la paralización gubernamental y una creciente polarización política, autoridades y representantes del sector de la construcción han identificado una situación crítica que amenaza el desarrollo económico de España. El ministro Escrivá y las principales empresas constructoras han señalado que estas dinámicas políticas están exacerbando los problemas de infraestructura y crecimiento. La ausencia de decisiones efectivas y la falta de consenso entre las fuerzas políticas han creado un clima de incertidumbre que paraliza proyectos cruciales para el país.
Esta parálisis no solo afecta al sector de la construcción, sino que también tiene repercusiones profundas en la economía nacional. La falta de acción gubernamental y el aumento de la polarización han alimentado un ciclo de ineficiencia y estancamiento, impidiendo el avance de iniciativas clave. Las constructoras insisten en la necesidad de un marco político estable y colaborativo para superar este desafío, subrayando que sin un cambio en el enfoque político, España corre el riesgo de quedar atrás en términos de competitividad y desarrollo económico.
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